Una hermosa joven que se enamoró de Cristo [Historia Cristiana]

Esta historia sucedió en Italia hace muchos años, cuando los padres aun decidían con quien debían casarse sus hijos. De una familia de nobles nació la pequeña Clara, una niña blanca como la nieve y con cabellos rubios como el oro.

De la belleza de Clara se hablaba en todo el pueblo, y a medida que fue creciendo se convirtió en una hermosa jovencita, cuyos ojos azules cautivaban a más de uno de los muchachos del lugar.

Como siempre ocurría con los jóvenes de esa época, los padres de clara arreglaron su matrimonio con un joven de la nobleza, un Duque, pero Clara no quería casarse. Ella había descubierto que amaba a Dios más que a otra cosa y quería vivir dedicada a servirle.

Sus padres se sintieron muy contrariados, de hecho, su padre murió al poco tiempo de saber de la negativa de clara al matrimonio. Clara se sintió muy triste por la muerte de su padre, pero se quedó sola con su madre y su pequeña hermana Inés.

Por ser puras mujeres en casa, un hermano del padre de Clara se hizo cargo de la familia, y le dijo a Clara que si no se casaba con el duque, como lo había dispuesto su padre, entonces la encerraría. Clara, aun así, no quiso ir a comprar el ajuar de novia, entonces su tío le dijo que ya que no lo había querido comprar debía hacerse uno ella misma.

Clara fue con su madre a la tienda a comprar la tela para su ajuar y en esa tienda conoció a un joven que era misionero y amaba muchísimo a Dios. Pese a que no se hicieron amigos en ese momento, Clara comenzó a observarlo y anhelaba vivir libre como el, solo dedicada a hablar de Dios.

Así sucedió que habiendo terminado su ajuar, huyó de la casa y fue a encontrarse con aquel joven. Simbólicamente se puso su ajuar de novia y “se casó” con su estilo de vida. Se convirtió en la novia más hermosa que había visto ese pueblo, pero solo le entregó su amor a Dios.

Al darse cuenta su tío de que la joven Clara se había escapado, se fue furioso a buscarla. La sorpresa de este tío fue que tanto la madre como la hermana de Clara apoyaban su decisión y tiempo más tarde se unieron a ella para servirle a Dios en pobreza y oración hasta el final de sus vidas.

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