Para las madres gestantes, bonitas frases cristianas [Frases]

Sorprendidos por el milagro de la vida, bonitas frases cristianas para las mamás gestantes

Ser madre es un don divino y para una mujer el enterarse que está embarazada siempre debe ser motivo de alegría, pues Dios, en su infinita bondad, le ha permitido convertirse en colaboradora de su creación y de su misión redentora en la humanidad.

La vida es un milagro desde el mismo momento en el que se fecunda en el seno de una mujer y Dios mismo ya ha pensado en esa pequeña criatura y le tiene preparada una vida de felicidad. Pero tristemente muchas mamás no entienden esto y creen que su hijo es una carga de la que se pueden deshacer en cualquier momento.

Por eso queremos presentarte algunas bonitas frases de la palabra de Dios que hablan de la maternidad y el milagro de la vida, resaltando el derecho que tienen todas las criaturas a nacer y ser amados.

Frases cristianas para las madres gestantes sacadas de la palabra de Dios

  1. Dios ya ha pensado en la criatura que llevas en tu vientre: “antes que te formaras en el vientre de tu madre, antes que tu nacieras te conocía y te consagré” Jr 1,5
  2. Recuerda que a ti misma Dios te formó también en el seno de otra mujer, si llevas una vida en tu vientre, ora recordando el salmo: “Tú has tejido mis entrañas, me has tejido en el seno materno” Sal 139.
  3. Tú estás llamada a multiplicarte, pues la fecundidad es también un mandato divino: “sean fecundos y multiplíquense, llenen la tierra y sométanla” 1,28.
  4. Tus hijos son la herencia que Dios te dará en la tierra: “la herencia del Señor son los hijos, recompensa el fruto de las entrañas” Sal 127/123, 6 cf. Sal 128/127,3-4.
  5. Los hijos son promesa de Dios y bendición, así bendijo a Abraham: “mira hacia el cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas, así será tu descendencia”. Gn 5,15.
  6. Puede que estés asombrada por el milagro que llevas dentro de ti y te repitas frases como esta: “yo no sé cómo apareciste en mis entrañas, ni fui yo quien te regaló el espíritu y la vida, ni tampoco organicé yo los elementos de cada uno.” 2 M 7,22-23.
  7. Así de grande es el amor de una madre que Dios no cree que una mujer sea capaz de olvidarse de sus hijos: “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, podrá dejar de compadecerse del hijo de su vientre?” Is 49,15.

 

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