Cuando la verdad nos hace libres [Frases Cristianas]

“La verdad os hará libres” dice la palabra de Dios y en esta historia cristiana que te contaremos a continuación podrás ver el verdadero valor de esta frase y lo importante que es decir siempre la verdad.

Seguramente habrás escuchado hablar muchas veces la historia de Pedrito y el Lobo, el niño que por decir mentiras perdió su rebaño cuando realmente vino el lobo. Pues esta historia es un poco diferente pero con el mismo mensaje de fondo: debemos decir siempre la verdad.

La verdad lo liberó: de como Juanito se libró de un regaño y un castigo

Érase una vez un pueblo donde vivían muchas familias, todos tenían niños y acostumbraban mandarlos juntos a la escuela para que aprendieran a leer, escribir y todo cuanto pudieran para que en el futuro fueran personas de bien.

Pero había algo que no enseñaban en la escuela: honestidad. Este valor no lo enseñaban en la escuela porque ellos confiaban en la crianza de los padres del lugar.

Juanito era uno de los alumnos de la escuela, él siempre iba a clases junto con María y Carlitos. Una mañana cuando Juanito iba a la escuela pasó por la casa de María a buscarla para ir juntos, como siempre, y como ella aún no estaba lista le dijo a su mamá que iba a casa de Carlitos y que le dijera a María que los alcanzara ahí.

Resulta ser que ese día Juanito y Carlitos estuvieron esperando por más de media hora a María y ella no llegaba. Entonces decidieron irse a la escuela pensando que la iban a encontrar ahí. Cuando llegaron a la escuela se encontraron con que la manzana que siempre le dejaba Luis a la maestra no estaba, miraron alrededor y no había nadie.

Se sentaron en sus puestos y esperaron a que comenzara la clase. 5 minutos más tarde entró la maestra y Luis venía junto a ella, como todas las mañanas, cuando le señaló a la maestra el escritorio para que buscara su manzana, se dio cuenta de que no estaba. Los únicos que habían llegado temprano eran Juanito y Carlitos, así que inmediatamente sospecharon que ellos la habían tomado.

“Juanito, ¿Por qué tomaste la manzana?” preguntó la maestra. “yo no la tengo maestra, cuando llegamos la manzana no estaba”. Juanito nunca decía mentiras, así que la maestra no dudó. Cuando salieron al patio se encontraron con María que estaba sentada bajo un árbol llorando.

Juanito se le acercó y le preguntó por qué lloraba, ella le dijo que había dicho mentiras a su mamá para llegar más temprano a la escuela y poder llevarse la manzana pero que sabía que la iban a castigar.

A Juanito le dio mucha tristeza así que le dijo a María que no llorara más, cuando volvió la maestra le dijo que él había agarrado la manzana y se la había comido, la maestra no lo regañó porque sabía que él no lo había hecho y a María tampoco la castigaron. Así la verdad los había salvado a los dos de un regaño y un castigo.

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